Sevilla es una ciudad mágica. Hay tanto que ver, hacer y comer que dos días pueden no ser suficientes para ti, pero aquí tienes nuestra guía de qué hacer en la ciudad si sólo estás dos días. Por supuesto, puedes elegir, no tienes que hacerlo todo, pero los siguientes lugares son de visita obligada tanto si estás en Sevilla un día, una semana o un año.
Tabla de contenidos
Día 1: qué hacer
Un desayuno tradicional
Si vas a pasar el día haciendo turismo, ¡tienes que repostar! En Sevilla eso es fácil, porque el desayuno es uno de los elementos más importantes de cualquier día sevillano. Los desayunos son brillantes y sorprendentemente baratos. No es habitual pagar mucho más de tres o cuatro euros por un desayuno tradicional.
La ciudad tiene más de cuatro mil bares, así que no te faltará donde elegir, pero dondequiera que vayas (quizá en alguna placita), busca una mesa al aire libre si brilla el sol (y casi seguro que así será) y pide una tostada con aceite y jamón o con tomate y un café con leche o un cortado y disfruta del ambiente único de la ciudad -no debe haber muchos otros lugares donde los naranjos bordeen las calles- y observa el mundo pasar. Una vez que hayas terminado de desayunar y tengas las pilas cargadas, es hora de empezar a explorar.
Plaza de España y Parque de María Luisa
Obviamente, puedes empezar por donde quieras, pero creemos que la Plaza de España es un lugar estupendo para empezar a explorar. Es uno de los puntos más destacados de la ciudad. Y, personalmente, creemos que por la mañana es un buen momento para verla, sobre todo cuando hace más calor. La Plaza de España se construyó para la Exposición Iberoamericana de 1929, que se celebró aquí y en el Parque de María Luisa, justo enfrente.
Construido para la Exposición Iberoamericana de 1929, es una impresionante plaza escaparate de una mezcla de estilos renacentista y mudéjar. El complejo semicircular abarca unos impresionantes 50.000 metros cuadrados y cuenta con una impresionante fuente central, bancos de intrincados azulejos que representan las provincias de España y un canal de 500 metros que abraza con gracia la plaza.
Mientras paseas por el canal, te cautivarán los puentes de elaborado diseño, adornados con coloridos azulejos de cerámica, que simbolizan los antiguos reinos de España. Curiosamente, la Plaza de España también ha sido un popular lugar de rodaje, apareciendo en películas como «Lawrence de Arabia» y «La Guerra de las Galaxias: Episodio II – El ataque de los clones».
Tanto la Plaza como el parque son lugares fantásticos para disfrutar de un paseo y conseguir unas fotos geniales. Si hace calor, el parque es el lugar perfecto para encontrar algo de sombra y tal vez planear adónde quieres ir después. Mientras caminas por sus exuberantes jardines, descubrirás fuentes, estanques y una gran variedad de plantas y árboles exóticos.
Plaza de America
Una de las principales características del parque es la Plaza de América, que alberga dos grandes museos, ambos en edificios que se construyeron para la Exposición de 1929.
Una de las tradiciones locales de la Plaza de América es dar de comer a las palomas. Puedes comprar maíz en el pequeño puesto de la plaza para alimentar a tus amigos emplumados. Si tienes suerte, ¡puede que una se pose en tu mano!
Triana
Al otro lado del río está Triana, un barrio histórico famoso por ser la cuna de la industria cerámica de la ciudad, así que no dejes de visitar el Centro Cerámica Triana, donde podrás aprender todo sobre este antiguo arte y ver algunas de sus increíbles cerámicas. La cercana calle San Jacinto es un lugar estupendo para parar a tomar un café. Esta animada calle comercial está libre de coches, así que puedes sentarte en una de sus cafeterías y disfrutar de Triana.
Triana rezuma auténtico encanto andaluz. Al serpentear por sus estrechas calles, te recibirán casas de colores adornadas con azulejos tradicionales, testimonio del rico patrimonio alfarero del barrio. El ambiente acogedor y el espíritu animado de Triana la convierten en una experiencia inolvidable para los visitantes que buscan conocer la verdadera Sevilla.
Uno de nuestros lugares favoritos de Triana es el Castillo de San Jorge, que fue la sede de la Inquisición española en la ciudad y ahora alberga un museo fascinante y que te remueve durante su visita. Está justo al lado del Mercado de Triana.
Dónde comer en Triana
¿Empiezas a tener hambre? Entonces el Mercado de Triana es tu próximo destino. Está lleno de fantásticos puestos de comida. Aunque no tengas hambre, merece la pena visitarlo, ¡y probablemente la tendrás cuando vayas! Ver toda esa comida deliciosa y productos frescos es suficiente para abrir el apetito a cualquiera.
Si te sientes un poco más aventurero, dirígete a Casa Ruperto, que está justo al final de la calle San Jacinto, en la avenida Santa Cecilia. Aquí podrás saciarte por menos de diez euros por cabeza.
Este bar tradicional es famoso localmente por sus codornices fritas, sus deliciosos caracoles y sus montaditos de pringá, que son pequeños bocadillos abiertos con lo que básicamente es lo que sobra de un cocido -puede que no suene del todo bien, ¡pero te prometemos que está delicioso! En una ciudad llena de bares de tapas, este realmente destaca.
El Castillo de San Jorge, que fue sede de la Inquisición española en la ciudad y ahora alberga un fascinante museo. Está justo al lado del Mercado de Triana.
Calle Betis
Justo al lado del Castillo de San Jorge está la calle Betis. Esta calle toma su nombre del nombre romano del río Guadalquivir. Es otro lugar estupendo para parar y disfrutar de una bebida y de las fantásticas vistas de la ciudad al otro lado del río. Seguro que ya te estás haciendo a la idea de que Sevilla está llena de lugares estupendos para detenerse un rato. Es una ciudad donde la vida se vive al aire libre. Así que, ¿por qué no te unes a la diversión?
Pabellon de la Navegación
No muy lejos de la calle Betis está el Pabellón de la Navegación, que cuenta la historia de la exploración marítima española de forma interactiva y entretenida. Mientras estés allí, asegúrate de subir a la torre mirador que se alza sobre el río. Las vistas desde arriba son de las mejores de la ciudad.
A un tiro de piedra está CaixaForum, un moderno centro de exposiciones, que siempre tiene algo interesante en marcha, desde exposiciones a conciertos o actividades divertidas para los niños. Entrada al Pabellón está incuido con todos nuestros buses.
Asimismo, muy cerca se encuentra el CAAC, Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, que merece la pena visitar sólo por su recinto, ya que está ubicado en un antiguo monasterio, que más tarde se convirtió en una fábrica de cerámica. Colón solía alojarse cuando estaba en la ciudad y sus restos fueron enterrados aquí antes de acabar en la última morada de la Catedral de Sevilla.
La Alameda de Hércules
Buscas un lugar al que dirigirte por la noche. No busques más allá de la Alameda de Hércules. de Hércules. La Alameda es ahora una próspera zona de bares y restaurantes de moda. Si aún no has comido, éste es el lugar para hacerlo. Para un capricho especial, dirígete a Casa Ricardo, que está en la calle Hernán Cortés, justo al lado de la Alameda, y prueba las croquetas, que muy posiblemente sean las mejores de la ciudad. Hay que probar esta masa de bechamel redonda y frita para creerlo.
Cerca de la Alameda está la calle Fería, que es una animada calle de tiendas interesantes. Es sin duda un lugar estupendo para explorar. También es una buena opción estupendo para comer algo.
Día 2: qué hacer
Tras otro delicioso desayuno, estarás listo
para empezar el segundo día.
Las Setas
Si caminas hasta su extremo central, otra
calle comercial más corta, la calle Regina, te llevará hasta la Plaza de la
Encarnación, donde se encuentra el Metropol Parasol, más comunmente conocido
como Las Setas. Las Setas son un enorme mirador de madera construido
sobre una de las plazas centrales de la ciudad. Y cuando decimos enorme,
queremos decir enorme. Es, de hecho, la estructura de madera más grande del
mundo. Con poco más de una década de antigüedad, Las Setas fueron
controvertidas cuando se construyeron por primera vez, pero ahora son uno de
los monumentos más característicos de la ciudad. Asegúrate de visitar también
el museo arqueológico del sótano, que conserva las ruinas romanas que se
encontraron durante su construcción.
The Alcázar
Puedes pasar un rato curioseando por las tiendas o volver a subirte al autobús y dirigirte a la Parada 1, donde te espera uno de los momentos más destacados del día. Sevilla está llena de monumentos imperdibles, algunos, como la Catedral, literalmente. La catedral de Sevilla es la iglesia gótica más grande del mundo y la cuarta iglesia más grande de cualquier tipo, así que es muy difícil perdérsela. Lo que sí puedes pasar por alto es el edificio que está a su lado, el Alcázar, por el que podrías pasar sin pestañear. Por fuera podrías pasarlo por alto, pero por dentro es uno de los verdaderos tesoros de España.
Construido en el siglo XIV para el rey Pedro el Cruel, el palacio es uno de los mejores ejemplos de arquitectura mudéjar. Es realmente un lugar mágico.
Igualmente encantadores son los espectaculares jardines, que son el lugar perfecto para escapar del calor del día en verano. Conviene reservar con antelación la entrada al Alcázar, ya que puede agotarse. En invierno, la última entrada es a las cinco, así que asegúrate de visitarlo antes.
Dónde comer en el centro de Sevilla
Si buscas comida deliciosa y asequible cerca del Alcázar, ¡estás de suerte! A un tiro de piedra encontrarás dos opciones fantásticas en las que no te dejarás un dineral. La primera es La Bartola, un acogedor bar de tapas con un ambiente cálido y acogedor. Aquí podrás degustar una gran variedad de deliciosas tapas, como salmorejo, patatas bravas y croquetas, a precios asequibles. El amable personal y el animado ambiente lo convierten en el lugar perfecto para desconectar tras un día de turismo.
Otra gran opción es El Pimentón, una joya escondida en una bonita calle lateral. Este restaurante familiar ofrece un menú diario de platos tradicionales andaluces, elaborados con ingredientes frescos de la zona. Sus generosas raciones y precios asequibles dejarán satisfechos tanto a tu estómago como a tu cartera. Así que no dejes de visitar estos fantásticos lugares y deléitate con la auténtica cocina sevillana sin arruinarte.
La Catedral
La Catedral de Santa María de la Sede, más conocida como Catedral de Sevilla, es un monumento imprescindible para cualquiera que visite la ciudad. Este monumento declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO es la mayor catedral gótica del mundo y la tercera iglesia más grande del mundo. Es una magnífica muestra de destreza arquitectónica, con sus altísimos techos, sus intrincadas tallas y sus impresionantes vidrieras. Cuando explores la catedral, te cautivará su historia y las numerosas obras de arte que adornan sus muros, incluidas obras maestras de artistas de renombre como Murillo y Zurbarán.
Durante tu visita, no dejes de subir a la Giralda, el emblemático campanario de la catedral. Construida originalmente como minarete para la Mezquita Mayor que antaño se alzaba en su lugar, la Giralda ofrece ahora unas impresionantes vistas panorámicas de Sevilla. Tómate un momento para apreciar el hermoso Patio de los Naranjos, un sereno patio lleno de fragantes naranjos, donde antaño la gente se lavaba los pies antes de entrar en la mezquita. La catedral es también la última morada de Cristóbal Colón, cuya tumba está sostenida por cuatro estatuas que representan a los reinos de Castilla, León, Aragón y Navarra. Con su rica historia, su impresionante arquitectura y su sobrecogedor arte, la Catedral de Sevilla es una experiencia inolvidable que no debes perderte durante tu visita de dos días.
Tiempo para relajarte
Una gran tradición española es la siesta, y creemos que te merecerás una después de tanto turismo. ¡No apostaríamos en contra de que sueñes con algunas de las cosas que has visto! Así que vuelve a donde te alojes y empieza a pensar dónde comer.
No vamos a recomendarte ningún sitio concreto para cenar, pues estamos seguros de que habrás visto un montón de lugares tentadores para comer en tus viajes por esta brillante ciudad.
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Preguntas Frecuentes
Por supuesto que sí. Sevilla es conocida como la cuna del flamenco, y encontrarás numerosos locales que ofrecen actuaciones en directo. Asegúrate de asistir a un espectáculo en uno de los muchos tablaos o bares de la ciudad para disfrutar de una velada inolvidable de baile, cante y toque apasionados.
El tiempo en Sevilla se caracteriza por un clima mediterráneo, con veranos calurosos e inviernos suaves. He aquí un resumen general de lo que puedes esperar a lo largo del año:
- Primavera (de marzo a mayo): La primavera es una época agradable para visitar Sevilla, con temperaturas que oscilan entre los 15°C y los 25°C (59°F y 77°F). La ciudad cobra vida con la floración de las flores y numerosos festivales, como la Semana Santa y la Feria de Abril.
- Verano (de junio a agosto): Los veranos en Sevilla son calurosos y secos, con temperaturas que a menudo superan los 35°C (95°F) y ocasionalmente alcanzan los 40°C (104°F) o más. Si vas a visitar la ciudad en esta época, prepárate para el calor y planifica tus actividades al aire libre durante las horas más frescas de la mañana y la noche.
- Otoño (de septiembre a noviembre): En otoño se produce un descenso gradual de las temperaturas, con medias que oscilan entre 15°C y 30°C (59°F y 86°F). Es una época estupenda para visitarla, ya que el tiempo sigue siendo cálido pero más agradable que en los meses de verano.
- Invierno (diciembre a febrero): Los inviernos en Sevilla son suaves y relativamente lluviosos en comparación con el resto del año. Las temperaturas suelen oscilar entre 8 °C y 18 °C (46 °F y 64 °F). Aunque no es la época más cálida para visitarla, el tiempo invernal de Sevilla sigue siendo más agradable que el de muchas otras ciudades europeas.
Ten en cuenta que éstas son directrices generales, y que las condiciones meteorológicas pueden variar de un año a otro. Asegúrate de consultar las previsiones antes de tu viaje para llevar ropa adecuada y planificar tus actividades en consecuencia.